Tengo algo abandonado el diario este. Por no escribir, ni he puesto noticias sobre los conciertos. Han habido algunos muy interesantes, como el que hicimos en Port LLigat (Girona) el 15 de Agosto, en la casa de verano del genial pintor Salvador Dalí. Detalle simpático: la que fuera secretaria del artista comentó con gracia que éste había estado oyéndonos en espíritu, cómodamente instalado en el tejado. Otro concierto bonito de esos días lo fue en una bella placita de Cadaqués, en el marco del festival internacional de música que esta localidad celebra todos los años. Soplaba un poco el viento y las partituras se me volaban del atril, hubo un alma buena que me trajo unas pinzas de la ropa. Muy agradecido. A partir de entonces, nunca olvidar llevar unas pinzas en el estuche de la guitarra, como parte de un equipo que cada vez va siendo más voluminoso. Lo de acarrear instrumentos de acá para allá es bastante jodido.
También hoy tenemos bolo. Vamos a tocar en trío -vientos, guitarra y vihuela, santur turco, panderos- esta noche, a las 10:30 en la "Noche nazarí de Almargen". Es uno de esos conciertos en los que uno no se siente del todo seguro de si tu música encajará bien con el evento, pero supongo que sí. Ya me ha ocurrido otras veces, casi siempre en pueblos pequeños, para al final descubrir que siempre hay gente que aprecia lo que haces.
El martes tocaremos en el Centro de arte contemporáneo de Málaga, en la presentación de una revista, "Entrerríos", de temática andalusí. Me gusta la idea. El Sombrero del Alquimista es un poco heredero de esa tradición. Nuestras mezclas del ney con la vihuela, o del santur con la guitarra, van en esa dirección.
Nos vemos.